Para leer:
“Sin embargo, SEÑOR mi Dios, atiende a la oración y a la súplica de este siervo tuyo. Oye el clamor y la oración que hoy elevo en tu presencia. 1 Reyes 8.28
Para pensar:
“Cuando te aproximas de Dios a través de la oración, el Espirito Santo te llena de transbordante descanso y paz, todo que tu alma necesita”. Mike Micintosh
Para tu meditación:
La oración puede parecer para muchos algo desnecesario. Para otros, no siendo algo desnecesario, es una práctica dispensable o negligenciada. Dispensar la oración es negligenciar algo que nuestra alma necesita.
El Espirito Santo conoce muy bien lo que nuestra alma necesita. Por lo tanto, Él ayúdanos a entender nuestras limitaciones y nuestras verdaderas necesidades espirituales y emocionales, dándonos descanso y paz.
La oración es una práctica que busca la presencia y la comunión con Dios. Es una práctica prioritaria en nuestra vida cristiana. Siempre que oramos algo acontece en nuestra alma. Sus necesidades son suplidas, su fe es fortalecida y sus fuerzas espirituales y emocionales son renovadas. Quizás, sería bueno no desistir de orar.